"Bueno , ¿estamos todos ya? Listo, dale vamos", decía Juan antes de que la Primera de Racing partiera en caravana desde la sede del club hacia su próximo encuentro. Una hora más tarde el equipo entraba a la cancha del Club Social y Deportivo La Fuente, en Remedios de Escalada. Como se esperaba, todavía estaba en trámite el partido de los chicos de la Reserva.
Luego de la entrada en calor, la cancha ya estaba a la espera del partido de los más grandes. Por un lado el local, que llegaba como uno de los escoltas del líder del campeonato a tan solo un punto, pero con dos partidos más. Por el otro, el visitante, estancado en el fondo de la tabla pero con todas las ganas de limpiar su imagen. De cualquier manera, cuando suena el pitazo inicial esto es fútbol y cualquier cosa puede pasar.
Sin embargo, el comienzo del juego fue coherente con lo que marcaba la tabla y ya de arranque Racing estaba un gol abajo. Pocos minutos después La Fuente anotó el segundo tanto. Se veía mal el panorama en el horizonte académico, como muchas otras veces a lo largo de este magro campeonato, para los dirigidos por Juan Jerez Infante. Pero ese lunes el final sería algo distinto.
El descuento no tardó mucho en llegar. Un bombazo pisando el área rival por el lado derecho cortesía de Eduardo Iannino se clavó arriba en el ángulo del segundo palo del arquero local. Grito de desahogo para Edu, quien así hizo su debut goleador en el torneo, y el principio de la reacción racinguista. Después fue la hora del primero de los goles de Nicolás Tomassini en la jornada; un remate que se metió en el arco luego de algún desvío, pero sin dejar lugar a dudas, Nico se apresuró a decir "mío mío" y así sumar otra anotación a sus estadísticas personales. Ahora el partido estaba 2 a 2 y la historia era otra.
Y ahí apareció el gol más lindo de la tarde. O mejor dicho, Nico lo hizo aparecer. La pelota estaba por el área de Racing, con claro peligro para el arco defendido por Francisco Berón Font, sin embargo, Tomassini, quien había retrocedido bastante para lo que es su posición de pivot, recuperó la bocha y sorprendió a todos sacando un disparo que pasó por arriba del arquero local y se transformó en el 3 a 2 a favor de la Academia, acompañado por el festejo con bailecito incluido de Nico Tomassini.
Se estaba dando algo que prácticamente Racing no pudo hacer durante todo el torneo: dar vuelta un resultado adverso. Y encima, en una contra, el Tano Sebastián Pelliccioni marcó su gol. Definitivamente parecía que aquel sería el día en que al fin se quebraría la racha sin triunfos. Ni hablar cuando Nico Tomassini completó su hat-trick y puso 5 a 2 a la Academia. Sin embargo un gol de La Fuente antes del final del primer tiempo dejó con vida a los locales.
Ese entretiempo debe haber sido el más corto de todo el campeonato . O por lo menos lo fue para Racing. Si bien el equipo no había jugado tan bien, sí había podido concretar cada vez que llegó con peligro. Pero cuando el que necesita ganar para quedar puntero está perdiendo con el último, los partidos se vuelven casi una guerra. Y así fue.
La Fuente salió con todo en el segundo tiempo y la Academia se replegaba cada vez más contra su propio arco. También aparecieron las patadas, los choques y los gritos de la hinchada local contra el árbitro. Luego de que los de Lanús marcaran el descuento se produjo el hecho más repudiable de la tarde: con la pelota en el campo de Racing, el número 15 de La Fuente le pegó un piña por la espalda a Nico Tomassini, quien estaba lejos de la jugada en su habitual posición de pivot. El referí, pendiente de la pelota, no vio la agresión y sólo se enteró de que Nico había caído al piso.
Ahí se armó la revuelta en el mediocampo con discusiones entre los técnicos, los jugadores y el árbitro. Finalmente la situación se calmó y Nico tuvo que ir al banco debido a que el golpe lo había mareado mientras que el 15 siguió jugando como si nada.
El clima siguió caldeado, con pierna fuerte de ambos lados, aunque ninguno de los dos equipo llegó a la 6ta falta. Cerca del final del encuentro, cuando La Fuente ya había tenido varias situaciones para convertir, llegó el empate. Un 5 a 5 que se acomodó bien a lo que fue el partido.
Este primer punto en el campeonato no ayuda mucho pero confirma el síntoma que evidenció Racing a lo largo del certamen: casi todos los partidos fueron sumamente cerrados y la diferencia fueron los errores infantiles (boludos, dicho como debe ser) y la falta de frialdad para controlar la pelota. Pero también muestra los aspectos positivos que vale destacar: que ni en el final, ya sin poder pelear por nada, el grupo nunca bajo los brazos y siempre mostró muchas ganas de revertir la situación. Además, en este juego duplicó su promedio de gol (cerca de 2,2 por encuentro).
Sólo restan dos fechas y terminará este torneo para el olvido, que en realidad no hay que olvidar, porque sino se perderán de vistas todas las fallas (que claramente no son pocas) en las que hay que trabajar de cara al futuro, para poder pelear en los puestos de arriba. La gente que va a los entrenamientos sabe del potencial del equipo, es cuestión de trabajar más para que el semestre que viene Racing termine en la otra punta de la tabla.
El descuento no tardó mucho en llegar. Un bombazo pisando el área rival por el lado derecho cortesía de Eduardo Iannino se clavó arriba en el ángulo del segundo palo del arquero local. Grito de desahogo para Edu, quien así hizo su debut goleador en el torneo, y el principio de la reacción racinguista. Después fue la hora del primero de los goles de Nicolás Tomassini en la jornada; un remate que se metió en el arco luego de algún desvío, pero sin dejar lugar a dudas, Nico se apresuró a decir "mío mío" y así sumar otra anotación a sus estadísticas personales. Ahora el partido estaba 2 a 2 y la historia era otra.
Y ahí apareció el gol más lindo de la tarde. O mejor dicho, Nico lo hizo aparecer. La pelota estaba por el área de Racing, con claro peligro para el arco defendido por Francisco Berón Font, sin embargo, Tomassini, quien había retrocedido bastante para lo que es su posición de pivot, recuperó la bocha y sorprendió a todos sacando un disparo que pasó por arriba del arquero local y se transformó en el 3 a 2 a favor de la Academia, acompañado por el festejo con bailecito incluido de Nico Tomassini.
Se estaba dando algo que prácticamente Racing no pudo hacer durante todo el torneo: dar vuelta un resultado adverso. Y encima, en una contra, el Tano Sebastián Pelliccioni marcó su gol. Definitivamente parecía que aquel sería el día en que al fin se quebraría la racha sin triunfos. Ni hablar cuando Nico Tomassini completó su hat-trick y puso 5 a 2 a la Academia. Sin embargo un gol de La Fuente antes del final del primer tiempo dejó con vida a los locales.
Ese entretiempo debe haber sido el más corto de todo el campeonato . O por lo menos lo fue para Racing. Si bien el equipo no había jugado tan bien, sí había podido concretar cada vez que llegó con peligro. Pero cuando el que necesita ganar para quedar puntero está perdiendo con el último, los partidos se vuelven casi una guerra. Y así fue.
La Fuente salió con todo en el segundo tiempo y la Academia se replegaba cada vez más contra su propio arco. También aparecieron las patadas, los choques y los gritos de la hinchada local contra el árbitro. Luego de que los de Lanús marcaran el descuento se produjo el hecho más repudiable de la tarde: con la pelota en el campo de Racing, el número 15 de La Fuente le pegó un piña por la espalda a Nico Tomassini, quien estaba lejos de la jugada en su habitual posición de pivot. El referí, pendiente de la pelota, no vio la agresión y sólo se enteró de que Nico había caído al piso.
Ahí se armó la revuelta en el mediocampo con discusiones entre los técnicos, los jugadores y el árbitro. Finalmente la situación se calmó y Nico tuvo que ir al banco debido a que el golpe lo había mareado mientras que el 15 siguió jugando como si nada.
El clima siguió caldeado, con pierna fuerte de ambos lados, aunque ninguno de los dos equipo llegó a la 6ta falta. Cerca del final del encuentro, cuando La Fuente ya había tenido varias situaciones para convertir, llegó el empate. Un 5 a 5 que se acomodó bien a lo que fue el partido.
Este primer punto en el campeonato no ayuda mucho pero confirma el síntoma que evidenció Racing a lo largo del certamen: casi todos los partidos fueron sumamente cerrados y la diferencia fueron los errores infantiles (boludos, dicho como debe ser) y la falta de frialdad para controlar la pelota. Pero también muestra los aspectos positivos que vale destacar: que ni en el final, ya sin poder pelear por nada, el grupo nunca bajo los brazos y siempre mostró muchas ganas de revertir la situación. Además, en este juego duplicó su promedio de gol (cerca de 2,2 por encuentro).
Sólo restan dos fechas y terminará este torneo para el olvido, que en realidad no hay que olvidar, porque sino se perderán de vistas todas las fallas (que claramente no son pocas) en las que hay que trabajar de cara al futuro, para poder pelear en los puestos de arriba. La gente que va a los entrenamientos sabe del potencial del equipo, es cuestión de trabajar más para que el semestre que viene Racing termine en la otra punta de la tabla.
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